Lamentablemente el tono humoristico debemos dejarlo aparcado hoy. Dos incendios horribles están arrasando el interior de Valencia y parte del interior de la Provincia de Castellón. Ya es tarde para las miles de hectareas quemadas y los miles de animales muertos y ya es tarde para llevar a los más pequeños a la Cueva Santa de Altura, a los molinos de Alcublas, a los parajes de Millares, a las ombrias de de Cortes de Pallás y, por desgracia, un largo etcetera de parajes perdidos por culpa de todos.
Las circunstancias no han sido las mejores aliadas para poder con las llamas, eso es objetivamente cierto, y también es cierto que los recortes han mermado las fuerzas claramente a favor del fuego, pero no solo los recortes en las dotaciones de bomberos, que son bastantes menos ahora que hace dos año, tanto en número de bomberos como de medios, si no también en lo fundamental, que es la limpieza y cuidado del bosque en invierno.
Hoy he escuchado lo menos cinco veces la frase "los incendios se apagan en invierno" y es cierto, muy cierto.
Siempre han existido las brigadas forestales en los pueblos que se encargaban de limpiar de maleza, evitar el exceso de piñas caidas de los arboles y que se pueden acumular en barrancos creando bombas incendiarias, eliminar la basura que se tira indiscriminadamente. Además estas brigadas eran una buena salida laboral en los pueblos, entre temporada y temporada agrícola un número considerable de vecinos de los pueblos trabajaban en ellas. Esas brigadas cayeron en el olvido hace mucho tiempo.
Ya no hay cortafuegos, alguién me explicará el motivo algún día y yo haré el esfuerzo para entenderlo, cualquier argumento se desmontará sabiendo que la única manera de salvar la Sierra Calderona ha sido haciendo un corta fuegos, de noche, aprisa.
No hace tanto tiempo la función de limpiar el monte la realizabán, sin querer, los pastores con su ganado, o los agricultores en sus campos, ahora abandonados. Un falso viaje hacia el progreso ha dejado en la cuneta todas esas buenas costumbres. Hemos optado por la vida moderna, urbana y sólo pensamos en lo rural para el jamón, el vino del pueblo y el pan y tortas de los hornos. Los bocadillos de embutido de orza están muy buenos, en mi cuerpo debe haber lo menos mil bocatas de esos, pero los pueblos no viven de los almuerzos a los urbanitas, sin bosque no hay almuerzos de éstos.
Los dos incendios han sido negligencias. En el caso de los dos operarios que causaron el incendio de Cortés de Pallás son crios de veinte años. En algún medio he oido que tenían un cubo de agua preparado por si se prendía el fuego, imbéciles.
En el otro caso, con una ponentada de miedo, con el incendio anterior declarado el día de antes, el buen señor, supongo que bien educado, decide quemar rastrojos por que yo lo valgo... imbécil también.
¿dónde voy a llevar a mi hijo para que vea un pino? ¿dónde verá una ardilla? ¿Iré a la casa de estos tres imbéciles?
Cuando aprendamos que conservar el medio ambiente no es un gasto si no que es una inversión, quizás podamos salvar lo poco que nos queda. El bosque es riqueza en todos los sentidos, es patrimonio cultural, natural y económico. Pensar en las casas rurales que se verán afectadas, son puestos de trabajo, es economia. Prácticamente ningún pueblo vive ya sólo de la agrícultura, es imposible, ésta se complementa con el turismo rural que busca naturaleza, belleza en el paisaje.
Por recortar en limpieza del bosque y en medios, ¿cuanto nos hemos gastado en el despliegue descomunal para apagar los incendios? y por último ¿cuanto nos vamos a gastar en la reforestación de las zonas quemadas? Creo que hubiera salido más económico mantener y conservar limpias y preparadas las montañas y, sobre todo cuando todos sabemos que este año va a ser muy complicado. Queda mucho verano, de hecho acaba de empezar. Faltan muchas tormentas secas y muchos humanos imbéciles, espero que esto no vuelva a suceder. Este año el MAMOVA va a tener un paisaje grisaceo.
Nos ha costado, a estas horas, tambíén una vida de un piloto de helicoptero ¿cuanto vale eso? ¿hay recorte que lo pague? Esperemos que no tengamos más noticias de éstas.
Quiero y pido que se aclaren todas las responsabilidades, de los tres imbéciles antes nombrados por supuesto, pero tambíen que se investigue si se ha hecho algo mal, tiempo de reacción, táctica... lo que sea. Que se investigue si se podía haber actuado mejor y si existen medidas de prevención útiles y, si existen, que se apliquen.
Deciros que el caragolín Óscar está triste, indignado y encabronado.
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